Paraguay es uno de los escasos países del mundo que obtiene el 100 % de su energía eléctrica de fuentes renovables, es decir íntegramente de origen hidroeléctrico, significando esto que la generación de electricidad no produce ningún tipo de gas de efecto invernadero, lo que es común en aquellas plantas eléctricas térmicas que queman combustibles fósiles (la mayoría de los países del mundo). Además, el costo de la hidroelectricidad es relativamente bajo, convirtiéndola en una fuente bastante competitiva de energía eléctrica renovable. El costo promedio de la electricidad proveniente de una represa generadora de tamaño superior a 10 megawatts (Itaipú, la segunda hidroeléctrica de mayor tamaño del mundo tiene una potencia de 14 megawatts) es de 3 a 5 centavos de dólares estadounidenses. Esto ubica a Paraguay como un país privilegiado, con una fuente de energía eléctrica renovable de gran capacidad y a un costo muy bajo, sin embargo, a pesar de la abundancia de recursos, el sistema eléctrico nacional enfrenta dificultades debido a la falta de inversiones en las redes de transmisión y distribución y sumado a esto las pérdidas de distribución están entre las más altas de la región. Con los factores antes mencionados, la energía eléctrica es casi una solución ideal para los grandes problemas de transporte público y privado, instalación de industrias y generación de puestos de trabajo en el país, más aún teniendo en cuenta que el país exporta el 90% de la energía eléctrica generada por la carencia de redes de transmisión.
Uno de los elementos diferenciadores entre las sociedades desarrolladas, conocidas como el primer mundo, y las sociedades en desarrollo, es la ventaja de las primeras al contar con estaciones de generación eléctrica y líneas eléctricas que llegan a casi todos los puntos geográficos del país, mientras que en los países subdesarrollados, zonas enteras, especialmente en las áreas rurales, no tienen conexión a una red eléctrica, y esto generalmente conlleva no tener servicio de agua potable ni comunicación con centros poblados más importantes. La falta de infraestructura eléctrica inhibe el crecimiento económico y hace que la vida sea más difícil para los ciudadanos de los países en desarrollo como el nuestro.
Ya vimos en el encabezado de este informe, que Paraguay tiene resuelta en buena parte la generación, pero tiene acentuadas necesidades en la transmisión para hacer llegar a todos los habitantes los beneficios de la electricidad.
Es en este punto donde la UPAP, como institución de educación superior, asume su compromiso de servir, apoyar y cooperar con el desarrollo integral del país a través de sus responsabilidades principales de formar y capacitar los recursos humanos calificados que el país requiere ante los desafíos del tercer milenio y de estimular y fomentar la investigación científico-tecnológica. Aquí es donde se manifiesta toda la importancia y el potencial de un título de grado en Ingeniería Eléctrica.
El plan de estudios de Ingeniería Eléctrica elaborado por la UPAP tiene por finalidad formar graduados universitarios con un profundo conocimiento de las ciencias básicas: matemática, física y química y de las tecnologías básicas y aplicadas para resolver problemas en el campo de la generación, transporte, distribución y despacho de energía eléctrica, conversión de la energía, diseño, cálculo, proyecto y control de sistemas eléctricos de baja, media, alta y extra-alta tensión.